Comic. Thomas Ott:

Comentario de texto: Comic.

Título del comic escogido: “El número 73304-23-4153-6-96-8”
Autor: Thomas Ott

No conozco demasiado material de este autor, tan sólo el comic que voy a comentar aquí y el de “Cinema Panopticum” pero me apetecía mucho analizarlo pues se trata de un comic muy interesante. El autor es un experto en manipular las escenas para que todo tenga un dinamismo narrativo rotundo. La elocuencia que usa al relatar sus historias sin ayuda de texto es ciertamente admirable. Además de la introducción de la actividad sugestiva a raíz de suprimir el texto, Ott juega con unas imágenes que desarrollan una atmósfera de lo más espléndida. Recuerda a la sensación que da leer una novela Kafkiana, puesto que con la superposición de líneas blancas sobre negro consigue un ambiente convulso que se mueve arriba y abajo mientras la historia continúa. Justo como nos sentimos al leer “El proceso” o “El Castillo”. Hay que destacar lo inquietante de sus dibujos, ya que a pesar de ser considerablemente naturalistas consiguen mediante las expresiones dramáticas y el contexto que rodea a los personajes una sensación oscura que atrapa al lector al entrar en ella. Quizás puede ser por lo que los románticos llamaban “la experiencia sublime” entendiéndola como aquellos fenómenos o vivencias que “superan” al hombre, a su condición humana. De eso habla “El número 73304-23-4153-6-96-8” pues trata sobre la vida de un personaje que pierde lo que constituye su condición: la libertad. Encuentra un enigmático número a los pies de un preso que acaba de ser ejecutado en la silla eléctrica. En el momento que agarra el papelito acaba de renunciar a su libertad. Es curioso como juega con ese sentimiento de alienación del hombre, porque al principio el personaje se halla maravillado del poder del número, pero después va descubriendo o se percata del horror que significa; es lo que llamaría Aristóteles anagnórisis “reconocimiento” que es cuando en la tragedia el personaje principal se da cuenta de su verdadera condición fatal. En el caso de Edipo Rey de Sófocles sería el hecho de que es el esposo de su madre y que asesinó a su padre, en el caso de éste comic es cuando el personaje entiende lo que significa realmente el número: la inevitable y obligada muerte.

Básicamente la historia habla de un carcelero que al encontrar el papel con el misterioso número observa que todos los números que contempla van siguiendo consecutivamente la serie impresa en el papel. Maravillado se va al casino y gana una fortuna, pero posteriormente le suceden una serie de peripecias o cambio de fortuna que acaban fatalmente completando el círculo.
Del libro analizaré el capítulo VII que es cuando el personaje ya es consciente de la auténtica y desagradable realidad.

Página 112: Una sola viñeta, plano detalle mientras coloca las seis balas en el revólver.

Página 113: cuatro viñetas, la primera es un plano detalle de un papel con un montón de apuntes sobre la serie del número, el escribe el la cantidad de balas un 6 rodeado de un círculo. La segunda viñeta es un plano medio del hombre sentado mientras contempla asustado en número que lo controla. La tercera es otro plano medio de él poniéndose la chaqueta para salir al exterior. La última viñeta de la página es un plano detalle de la puerta a punto de cerrarse, el autor juega con una narrativa elocuente y que se acerca a la secuencia.





Página 114: Una viñeta grande, el personaje aparece en una esquina mientras espía al que antes parece ser que era un perro, pero que en realidad es el viejo que le vendió el arma; llevaba el número 73304 en la muñeca derecha. Los tonos son tenebristas y gozan de una frescura muy expresiva.


Página 115: Son cuatro viñetas. Empieza con un primer plano del réprobo cuya cara es parcialmente tapada por la esquina, para señalar su actividad clandestina. Los ojos los tiene muy abiertos y la expresión es muy fuerte, como a punto de hacer algo terrible. En la siguiente se ve al vendedor cerrando la tienda, se ve al vendedor de espaldas tal como lo vería el carcelero; esto es inteligente pues nos mete con mayor efectividad en la historia. La tercera sigue el plano de atrás mientras el vendedor camina. En la cuarta podemos contemplar la expresión facial del vendedor mientras captamos una ignominiosa sombra que se desliza por detrás.





Página 116: Cuatro viñetas. Plano medio del calvo vendedor mientras espera el bus, a lo lejos detrás de una pared se ve al maldito. Continúa con una escena que es enfocada justo detrás del hombro del carcelero mientras observa como su futura víctima se sube al autobús. No pierde el tiempo y se sube el también. Se sienta en la parte delantera mientras vigila a su presa de reojo. El plano de la última viñeta es de la cara del personaje pero cortada por la misma viñeta, supongo que será para crear mayor tensión mientras estudiamos la forma en que se está vigilando al vendedor de armas.


Página 117: La persecución continúa. Tres viñetas. La primera es apaisada y ocupa el tamaño de las dos de abajo, es muy curioso como juega con la luz, el agresor es tratado con unas sombras que se acentúan en la concavidad ocular, de manera que retrata en cierta forma su estado psicológico de alienación y vacío anímico. En la segunda viñeta acompañamos al agresor en su persecución mientras el individuo estudiado dobla una esquina, una vez más recurre al plano en donde es enfocado el atacante desde atrás pero cortado. Finalmente es en la última viñeta de ésta página donde termina la persecución pues el primer plano muestra como el protagonista de la historia observa su objetivo, el vendedor ha llegado a casa y ahí se encuentra su destino.






Página 118: Tres viñetas, la primera es de la casa en el momento en que el vendedor se dispone a acceder a la entrada. La casa es ruinosa y pequeña, negra en la noche y el barrio se presenta de forma hostil. La segunda viñeta es un plano medio desde el protagonista mientras estudia como entra en la casa la sombra del que pronto será un cadáver. En la tercera se decide a pasar la valla, es interesante la cara del personaje, mirando a un lado como si estuvieran a punto de descubrirlo, es la mirada del criminal.


Página 119: Hay tres viñetas. La primera es un plano americano del carcelero acechando hacia la ventana, el juego de luces es tenebrista salvo un punto de luz que es la ventana.
En la segunda se ve un primer plano picado desde el marco de la ventana. En el último el autor dibuja los ojos del personaje asomando para ver la escena.




Página 120: Es aquí cuando empieza la culminación de la anagnórisis del personaje. Hay tres viñetas, en la primera se ve a una mujer híper obesa jugando a los dados, a pesar de que el dibujo de Ott es con línea, los volúmenes que logra estás francamente bien. En la tercera los ojos del personaje cambian de dirección. En la última sucede que en el suelo hay unos billetes que le son familiares.


Página 121: Son cuatro viñetas, en comienza con un plano detalle de la cara del protagonista detrás de la ventana con una expresión de horror. En la siguiente se ve que la obesa lleva el mismo tatuaje que llevaba la chica hermosa y atractiva que estuvo con él en el casino. En la tercera con un plano detalle confirma efectivamente que se trata del mismo tatuaje. La última viñeta es una maravilla expresionista del ojo del carcelero a punto de explotar de horror.






Página 122: Aquí todo se vuelve más grotesco y surrealista, es el cenit de la demencia. En la primera viñeta el ojo se transforma en una espiral con un 8 en el centro. En la segunda aparece el perro en un primer plano rodeado de los números que formaban la cifra que tenía tatuada en la oreja. En la tercera relaciona la parte que falta que es la noche en el casino, aparece la ruleta de la suerte solo con nueves y seises y cartas volando.


Página 123: Aquí es cuando su mente junta todo y lo elabora en un juicio grotesco que lo llena de ira. Es fantástico el retrato psicológico que hace Ott sin necesidad de poner palabras en absoluto. Una sola viñeta en donde aparece una imagen de lo más inquietante, en una composición vertical aparece la figura entera de la obesa con la cara de la muchacha hermosa que conoció en su mente, todo se vuelve convulso, el perro con la cara del vendedor le está lamiendo el cuello y los números lo rodean todo. Al pie de la viñeta los ojos del carcelero brillan con locura.






Página 124: Son cuatro viñetas. Finalmente decide entrar en la casa y Thomas Ott lo deja claro dibujando la mano abriendo la puerta en un plano detalle. En la siguiente aparece el carcelero dentro del vestíbulo con el revólver en mano, es interesante como dibuja la expresión facial de demencia y como el fondo (la puerta abierta) es negro, como diciendo que el personaje acaba de salir de la oscuridad. En la tercera sal el vendedor que se asoma para ver de quién se trata. En la cuarta muestra un primerísimo primer plano del protagonista con la cara de odio, sus ojos reflejan todo el conjunto de peripecias que le ha hecho vivir la alienación que sufre por el número, sin embargo el decide pagarlo con los enfermos en vez de con la enfermedad.


Página 125: Cuatro viñetas. En la primera continúa el retrato psicológico pues dibuja lo que piensa el personaje principal o al menos lo que interpreta, que es el perro en la cabeza del vendedor. Continúa con un plano dramático en el que se ve en escorzo la pistola y el fuego que sale de ella, la expresión del atacante es fuerte. En la tercera hace un segundo disparo, la sangre salta y se ve desde un plano posterior a la cabeza del muerto. En la última viñeta podemos observar explícitamente al muerto y a su herida en la frente, la expresión que mantiene es de asombro más que de susto, como si se tratase de un hecho inesperado.





Página 126: Tres viñetas. La primera es un plano general enfocado desde atrás del hombro del personaje, atrás se ve como la obesa reacciona con estupefacción al verle. En la segunda viñeta se ve como otra vez Ott juega con la mente del personaje, se ve a la bella muchacha de la noche del casino mirándole con ternura y detrás en el papel de parel hay una serie de ochos en serie. Finaliza la página con un primer plano de la cara extrañada del carcelero.


Página 127: Es de mis favoritas. Unas tres viñetas. La primera es sublime, un primerísimo primer plano de la gorda gritando, pero es grotesco como la grasa de la cara se va doblando conforme acentúa su expresión ¡Y qué expresión! Un dibujo ciertamente magnífico. En la segunda continúa con un primerísimo primer plano del protagonista en expresión de horror, el negro se cierne ante el ojo. En la viñeta final usa otra vez el plano detalle para plasmar el disparo de la pistola. Ott usa muchísimo los primerísimos primeros planos y los planos detalles, supongo que es para acentuar el dramatismo y acercar al lector a la tensión de la historia.






Página 128: Unas tres viñetas. La primera es un plano general desde detrás de la pierna de la gorda, aparece el asesino desde la cintura con una expresión solemne pero a la vez de miedo, aún sostiene el arma en su mano izquierda (el protagonista es zurdo). En la segunda se enfoca la sangre que se derrama paulatinamente por el brazo izquierdo del cadáver de la mujer. En la tercera encontramos un plano detalle de los billetes tirados por el suelo y debajo de la cama, señalando siempre el cadáver con unos dedos en el borde del colchón.


Página 129: es la última página del capítulo. Una sola viñeta del carcelero con su dinero mientras camina para volver a su hogar, en la mano izquierda continúa sosteniendo el revólver. Ott lo dibuja con una expresión desoladora, como si ya hubiese renunciado a la vida racional y sana, es un réprobo y lo sabe.






Bibliografía:


Mcloud, Scott “Entender el comic. El arte invisible” 2007. Astiberri.

Aristóteles. “Poética” 2007. Alianza editorial.

Kafka, Franz. “El proceso”. 2008. Alianza editorial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario